Quizá sea por el algoritmo de mi cuenta de Netflix o tal vez yo pensaba que había películas buenas en ese servicio de streaming, pero de un rato a la fecha esta plataforma ha estado alojando ciertas películas románticas que yo categorizaría más bien como de mal gusto. Se podría decir que el “cuidado” en la selección de estas películas románticas ha tenido malas rachas, pero 365 DNI supera a todas las anteriores.
Hace unos días la película llegó a América y hoy está en el top tres de más vistas en México. Se trata de un filme que está basada en una serie de libros (sí, estoy segura de que como a mí, no te sorprendió que lo fuera) y tal parece que habrá al menos otra secuela de esta película. La susodicha se ha popularizado en redes sociales e incluso ha sido comparada con 50 Sombras de Grey, pero en mi humilde opinión, esa última es como Orgullo y Prejuicio comparada con 365 Días.
Para empezar, necesito recalcar que es una película de casi dos horas de duración, dos horas de nada. En la primera escena vemos a un grupo de hombres, mafiosos, hablando de la compra de mujeres. Sí, desde el principio vemos que el papel de las mujeres no es más que objetos sexuales y bienes económicos para los hombres. En la otra esquina está nuestro personaje principal; un hombre alto, viril y bien parecido, hijo del mafioso, mirando por unos binoculares a una mujer, que oh sorpresa, es la protagonista. Hay disparos, una secuencia dramática que no entiendo porque no presentaron a los personajes y luego avanzamos cinco años al futuro.
Tenemos un vistazo de quien es nuestra protagonista, que aún no tiene nombre. Se trata de una mujer que trabaja en una oficina en alguna parte y parece ser que es fuerte, pero una vez que se sube a un taxi, comienza una serie de escenas inconexas y que no nos dan ninguna pista de su personalidad, nada más que está atorada en una relación romántica y probablemente frustrada en el ámbito sexual.
A continuación, tenemos nuestra primera escena sexual. Massimo (el coprotagonista) toma a la sobrecargo de su jet privado y prácticamente la obliga a hacerle sexo oral, aunque esta mujer parece estar muy de acuerdo. Claro, porque todas las mujeres queremos que un tipo guapo nos empuje la cara a su entrepierna.
¿Y qué sabemos de Massimo hasta ahora? Que es un hombre acosador, que consume mujeres como si fueran mercancía. Es controlador, espera que todo se haga como y cuando él diga y cree que todas las mujeres lo van a satisfacer sexualmente. ¿Qué sabemos de nuestra protagonista? Nada, solo que es polaca.
Así transcurre la primera media hora de la película. Sin decir absolutamente nada de la trama, hasta que Laura (la protagonista) llega a Sicilia a celebrar su cumpleaños. Después de una pelea con su novio, se va a dar un paseo por quién sabe dónde y la secuestran. Despierta en un castillo y tiene su primer encuentro con Massimo (quien la secuestró) que de la manera más cuerda le dice “Por eso te doy la oportunidad de enamorarte de mí… No por obligación, sino por deseo propio”. Entonces le da 365 días… Claro, nada forzado. Solo la va a mantener cautiva en contra de su voluntad y esperará a que el síndrome de Estocolmo haga lo suyo.
Analicemos un poco más lo que ha sucedido hasta ahora. Un tipo se obsesiona tanto con una mujer que no conoce, se pasa años haciendo que le pinten cuadros de su rostro y cuando por fin la encuentra, la secuestra. Sí, eso suena a un estupendo partido… Pero se le perdona porque es guapo y da buen sexo, ¿no?
Después Laura toma la decisión de irse, pero él no la deja. Afirma que no hará nada sin su consentimiento, pero literalmente comienza a tocarla y a besarla. Y eso pasa un par de veces más en la película. Nunca llega a violarla, pero si abusa sexualmente de ella en más de una ocasión. Todo lo que sale de la boca de Massimo son palabras que parecen haber sido sacadas del Manual del acosador para tontos. En serio, este tipo hace que Christian Grey parezca una persona cuerda y sensata.
De pronto vemos que Massimo va a otra parte del castillo, donde un tipo está atado porque hizo quedar mal a su familia. Ese tipo le vendió niños a un burdel y nuestro protagonista no puede tolerarlo, de manera que la audiencia pueda ver que Massimo, un mafioso, quien seguramente ha matado antes, que es violento y acosador, tiene principios. Puede ser que haya tratado a Laura como mercancía, pero no lo va a tolerar que les hagan daño a niños. Él sin duda que es el verdadero antihéroe.
Mientras más avanza la película, conocemos más de este personaje, como que es físicamente violento con Laura en más de una ocasión. Le pide que “no lo provoque”, cuando fue él quien la secuestró porque la vio en la playa hace años. Y es tan poderoso que hasta tiene a la policía local dentro de su bolsillo. Cabe mencionar que no solamente él es el culpable, sino también todos los trabajadores están coludidos con el secuestro de una chica a la que su empleador no conoce. Y todo mundo está como si nada, nadie lo cuestiona o lo mira dos veces.
De pronto ella parece estar tranquila y aceptar su condición de cautiva, deja que le compre media ciudad. Da a entender que puedes contentar a una mujer comprándole cosas materiales y dándole regalos. No soy psicóloga, pero creo que eso es un escenario en los círculos de abuso. Pero repito, no soy psicóloga.
Hay una cosa que he estado pasando por alto, pero para este punto, ya no pude soportarlo más. Cada vez que él dice “baby girl”, me dan ganas de sacarme los tímpanos con una cuchara.
Poco después hay una escena donde revela sus “verdaderos sentimientos” y le pide que le enseñe a ser cariñoso con ella…No es la labor de ninguna mujer enseñarle a un hombre algo de decencia humana básica.
En una de las escenas eróticas, él toma a Laura por el cuello y la amenaza. Le dice que “Cuando toda tu vida se basa en tomar todo por la fuerza, es difícil actuar de otra manera. En especial si alguien te quita el placer que deseas”. Como si Laura de alguna manera le debiera placer sexual al tipo que la retiene a la fuerza.
Podemos avanzar hasta una parte de la película donde lleva a Laura a un club y ahí un tipo trata de sobrepasarse con ella. Massimo, siendo el macho que es, le dispara al tipo y empieza una guerra entre familias mafiosas y después Laura es quien tiene la culpa de todo porque llevaba un vestido corto. No es del hombre con cero responsabilidad emocional y con el temperamento de un animal rabioso, es de Laura por su manera de vestir.
Pero después Laura cambia de parecer porque le salvó de ahogarse, como si eso fuera a remediar todo y acepta tener sexo con él. Las siguientes escenas de sexo en la película son demasiado explícitas, parece que estás viendo una porno. Tratan al cuerpo femenino con el único propósito de satisfacer al masculino. Pasa la película, esta se vuelven solo escenas de sexo.
No hay una verdadera conexión, le confiesa que la ama, pero lo único que sabe de ella es su nacionalidad. Nunca vemos la personalidad de Laura, lo que podemos decir de ella es que de alguna manera se está enamorando de su secuestrador. No sabemos más, no tiene personalidad alguna. Y tampoco existe una historia de verdad dentro de esta película.
El único personaje que parece tener algo de sentido común es la amiga de Laura, quien le dice que debe de alejarse de Massimo, pues no ha hecho nada bueno por ella, pero al final termina estando de su lado, acompañándola a comprar su vestido de novia y consolándola después de que Laura le dijera que está embarazada.
Lo único que puedo decir de esa película es que me dejó sintiendo que desperdicié casi dos horas de mi vida, que no tenía historia, que no hubo ningún arco en ningún personaje. Que no pasó absolutamente nada. Solo que romantizó un secuestro, una relación tóxica y abusiva. Pero todo está bien ya que el tipo es guapo y millonario, ¿cierto?
Desde una perspectiva simplemente cinematográfica, ese intento de película no aporta nada. No hay ningún punto de inflexión, los personajes son los mismos todo el tiempo, no hay nada que los redima o que los haga crecer. Ni siquiera hay una trama… nada. Desde un punto de vista feminista, solo aporta más a la cultura de la violación, a una estructura patriarcal en la que está bien que veamos la violencia como un símbolo de amor romántico.
Me apena que haya sido dirigida por una mujer, que haya sido basada en una serie de libros escrita por otra mujer. Me apena mucho más que haya llegado a Latinoamérica, donde miles de mujeres sufren diariamente violencia doméstica y sexual, donde habemos otras que luchamos para hacer cambio, pero no tenemos el apoyo de una compañía como Netflix.
Mientras tanto, una niña de quince años está viendo la película por morbo y terminará pensando que querrá una relación así. La diferencia es que ella no tendrá una trilogía con un posible final feliz. Sino que se volverá un número más en las estadísticas.
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